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Rinde tu marca a Dios!



1. No es tuya la marca, es de Dios!


Debemos rendir nuestra marca a Dios! esto no quiere decir que debemos dejar nuestro sueño a un lado, simplemente no obstinarnos en hacerlo a nuestra manera. Si sigues haciendo las cosas como tú quieres, con tus metas, con tus ventajas, con tu ego, con intenciones personales que a veces no salen de lugar correcto, probablemente el miedo se apodere de ti porque lo estás haciendo en tus fuerzas no en las de Dios! Cuando sentimos miedo en nuestro caminar de conquista es una clara señal de que hay algo que no le hemos rendido a Dios, es una clara señal de que tenemos el control todavía! Haz tu parte; y déjale el resto a Dios!


2. La ganancia eterna compensa infinitamente, el dolor terrenal!


Vamos a pasar por momentos difíciles en la conquista de la marca! Pero recuerda! El sueño es más grande que tú! no es solo para cumplir tu anhelo personal! Tú sueño es una herramienta de Dios, con este inspiraras a muchas personas a estar más cerca de Dios; y eso lo vale todo! No es la ganancia monetaria lo que cuenta para Dios, es la ganancia de almas! A veces nos frustramos y nos desanimamos porque las cosas aparentemente no van bien, no te desanimes! si sabes que tu sueño es más de Dios que tuyo, sabes que El es el más interesado en cumplirlo!


3. Tú eres la administradora del sueño de Dios!


Dios te escogió como la administradora del sueño de El! Que cosa maravillosa, siéntete hornarada y privilegiada! El sueño te sobrepasa a ti! así que alégrate en tu trabajar para Dios! Que maravilloso es cuando Dios mismo decidió ser tu jefe directo.


4. Que la perspectiva eterna inspire tu marca!


Tu sueño debería ser del tamaño de Dios! No de tu tamaño, un sueño del tamaño de Dios bendecirá a muchos! Si el fracaso, los momentos difíciles tienen un propósito eterno en ti y tu marca para que puedan dar testimonio y obrar en muchos, vale la pena sufrirlo!


5. Ya no hay temor de la muerte, ni del fracaso!


Arriesga tu marca por el evangelio! Ya no hay temor de la espera, de los momentos difíciles, del fracaso, porque ya morimos a nuestra marca! No es nuestra, es de Dios!


Miau,

Felina

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