top of page
Buscar

Por qué dudo tanto de mi sueño?



Por qué dudo tanto de mi sueño? O más bien, del sueño que Dios depositó en mi?

No sé si te pase esto, pero a veces nuestro sueño, sea una marca, sea una empresa o sea el sueño por el que estás trabajando, pesa más de lo normal, duele más de lo normal, se te dificulta más de lo normal, bueno, si estás viviendo este tipo de vida en tu sueño, hoy pasamos solo a decirte que NO ES NORMAL!


No es normal que tu sueño te quite la paz, no es normal que tu sueño te saque lágrimas semanalmente, no es normal que tengas un miedo constante de qué va a pasar con eso; esa no es la vida que Dios quiere en el proceso de tu sueño, no lo normalices!


Esto va más allá! No es tan fácil como que lo leíste y por arte de magia va a dejar de pasar.


Recuerdas esto? el sueño que Dios depositó en ti. Si Él lo depositó en ti; es porque solo en Él está el cumplimiento. Ahora, es muy importante tener claridad en esto, porque es el primer paso de la estrategia que te vamos a dar hoy para que tu proceso en tu sueño lo lleves con gozo, con fe, con ganas y con la seguridad de que si Dios dijo, Dios hará!


Existe una razón de ser de toda la duda, el miedo y la inseguridad que llevas sintiendo en medio de tu proceso en tu sueño; y es: la falta de profundidad en tu relación con Dios, la falta de intimidad, y la falta de tú y Él solos.


Cuando tú tienes una relación profunda con Dios, cuando tomas una decisión diaria de buscar a Dios en tiempo de calidad, en tiempo de intimidad y profundidad, Dios cambiará toda tu vida en el proceso en tus sueños y toda tu vida en sí! Porque cuando el centro de tu sueño es tu fuerza, te desgastas; pero cuando el centro de tu sueño es Dios, todo se alinea, la carga se hace ligera y la perspectiva cambia.


Mateo 6:6-13: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”


La falta de comunión profunda con Dios te enfría y te desorienta. Por eso tu paz se va, tu ánimo se comienza a debilitar y tu sueño se te convierte en carga. Pero cuando recuperas la intimidad, tu fe se enciende y tu visión vuelve y se aclara! Y llegan nuevas fuerzas que son las del Espíritu Santo, porque recuerda que es en las fuerzas de Dios con que caminamos, trabajamos y vivimos!


No olvides esto: el enemigo no puede quitarte el sueño que Dios puso en ti, pero sí puede robarte la fe para alcanzarlo. Te hará creer que no eres suficiente, que no puedes, que tu sueño es demasiado grande o que estás tarde. Y ahí es cuando más necesitas correr a la presencia de Dios, porque es en su secreto donde Dios mismo te recuerda quién eres y qué fue lo que te entregó.


Mira la vida de José: el sueño que Dios le dio lo llevó primero a un foso, luego a la cárcel, antes de llegar a ser el segundo al mando en Egipto, para cumplir el propósito de dios, dar comida a los israelitas en medio de la hambruna. No era fácil, no era inmediato, pero nunca dejó de ser el sueño de Dios con un propósito que nos sobrepasa y al final se cumplió. Lo mismo con David: fue ungido como rey cuando era un pastor de ovejas, y pasaron años antes de ver la promesa cumplida. Los procesos con Dios son largos, pero nunca en vano.


Así que hoy quiero decirte esto con toda seguridad: si tu sueño viene de Dios, no nació para matarte, nació para un propósito mayor. Tampoco nació para quitarte la paz, sino todo lo contrario, nació para acercarte más al principe de paz. Este sueño no nació para llenarte de miedo, sino que nació para que aprendas a caminar en fe.


Hoy es el día de volver al lugar secreto con Dios. Y recordar que si Dios te dio ese sueño, también te dará la fuerza, la sabiduría y los recursos para verlo cumplido.


Nunca olvides: lo que Dios deposita en ti, Él mismo lo sostiene.


Miau,

Felina

 
 
 

1 comentario


Gracias por estas Palabras Felina🤗

Me gusta
  • Facebook icono social
  • Icono social Instagram
bottom of page