1. Deja de verlo como una carga
A veces se nos olvida por qué comenzamos nuestra marca. Recuerdas cuando comenzaste? Con tanta ilusión y alegria?… Por más difícil que las cosas estén, recuerda que esto que estás haciendo es tu pasión y es tu sueño.
A veces nos quejamos tanto que se nos comienza a volver un hábito, comenzamos a ver nuestro trabajo, con pereza, con rabia y queja y esto hace que se vuelva una carga.
Recuerda por qué lo iniciaste y que sea esa Fe y ese impulso los que te muevan día a día.
2. Se fiel a tu trabajo
No importa en el lugar que estés o en el lugar que se encuentre tu marca hoy; tu propósito es mayor y eso lo debes tener claro! Recuerdas a Jesús? El fue carpintero; estamos seguras que Él fue fie allí, fue fiel a sus horarios, a sus tareas, era puntual a la hora de las entregas. Aún sabiendo que Dios el Padre lo tenía para algo mayor, pero tuvo que pasar por estaciones para llegar a cumplir su propósito!
Por eso, sea donde sea que estés, honra hoy tu trabajo. Honra la estación en la que estás.
“Trabaja como si fuera el primer día”
3. No permitas que el trabajo te quite la paz
Dios nunca planeó que nuestra vida laboral nos llevara al desánimo o a la depresión.
No le des tanto poder al trabajo o a tu marca! Esto hace parte de la vida pero no es la vida! Hace parte del camino, más no es el camino. Es verdad que tienes que trabajar, pero más verdad es la salvación.
Si te enfocaras en que Jesús dijo, yo soy el camino, la verdad y la vida. Te darás cuenta que solo a través de El encontrarás todo lo que estás buscando en medio de tu vida laboral.
Él es el camino, El es la verdad y Él es la vida.
Deja que Jesús sea tu paz en medio de tu trabajo porque es ahí en ese momento en donde tu sueño te encontrará.
Miau,
Felina
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